Nuestro concepto de positive choice pasa por pensar en la siguiente vida para nuestros productos ya desde su diseño, por elegir fibras y procesos que ahorren recursos naturales, por respaldar iniciativas que mejoren la vida de las personas que participan en nuestra cadena de suministro y por utilizar embalajes certificados o reciclados. Así es como creamos productos positivos.
De aquí a 2030, queremos que el 100 % de nuestros productos sean sostenibles. Los criterios para conseguirlo se definen de forma centralizada en el Grupo Otto. La regla de oro es que un producto sostenible debe ser una mejora significativa respecto a la alternativa convencional. Por ejemplo, debe estar libre de recursos modificados genéticamente o de nanopartículas, cumplir normas de certificación reconocidas u ofrecer una ventaja ecológica.
En el caso de las fibras sostenibles, esto se evalúa a partir de los datos de la evaluación del ciclo de vida (LCA, por sus siglas en inglés) del Índice de Sostenibilidad de los Materiales Higg Material Sustainability Index. Este índice de la Coalición de Ropa Sostenible (SAC) es una herramienta para toda la industria que tiene en cuenta el impacto ecológico cradle to gate, esto es, desde la extracción o producción de las materias primas, pasando por la fabricación y el acabado, hasta el producto final. A su vez, permite comparar entre sí distintos materiales.